MIRADAS DESDE ALGUNA VENTANA PARA

MIRADAS DESDE ALGUNA VENTANA PARA

CO PENSAR LA REALIDAD O LO QUE SE NOS OCURRA

Bienvenidos a mi lugar de expresión en la que se puede disentir, discutir y reflexionar. Nunca agredir ni ofender.

viernes, 8 de octubre de 2010

Redes Sociales

Las redes sociales le dan a la web vida. Deja de ser un muestrario de folletos para pasar a ser un lugar de encuentro en tiempo real de las personas.

Esto viene a confirmar la idea de que internet es un sitio donde es posible construir una realidad que si bien es virtual, no deja de significar un espácio en el cual se vive. Esto es, no es mas un sitio que solo se visita, sino un espacio en el cual se desarrolla parte de la vida.

Un espacio donde la vida es: chatear (conversar), mostrarte (se publican fotos), hacer comentarios de lo que los otros hacen, dicen o muestran.

Involucran palabras como: facebook, messenger, youtube, sonico, myspace, twitter.

Un espacio donde la realidad terrenal empieza a llegar con sus formas mas cruentas: hoy se habla de violaciones, de maltratos, de acosos. Sí, también nos acerca para la crueldad.

Pero también donde hay un espacio para la paz mundial: peace.facebook da cuenta de eso. Un espacio donde la gente dividida por conflictos puede comunicarse.

Un espacio que se ha tornado irresistible para casi todos, hasta para los que se resistían a las computadoras. He escuchado a mucha gente decir que se había propuesto no utilizar una computadora y ahora anda por todos lados con la portátil: chateando, enviando mails y hasta adhiriendo a alguna red social.

La tecnología colabora aun mas con los que hoy conocemos como smartphones (telefonos inteligentes): BlackBerry, Iphone, Milestone. Teléfonos móviles con la capacidad de navegar por internet y acceder a todas las redes sociales para seguirlas y darles seguimiento.

Nos conectamos mas, eso esta claro. Pero surge una pregunta: ¿que tan fuerte son esas conexiones?

Un especialista (Malcolm Gladwell - periodista, escritor y sociólogo canadiense) sugiere que las redes sociales contienen muchos lazos que son sumamente débiles. Nos encontramos, pero no nos comprometemos. Parece mas un chusmerio que una conexión fuerte.

Se genera la idea de un espacio propicio para la revolución y la solidaridad. Pero claro, a la distancia es fácil unirse a una causa que no implica riesgos. Y nuevamente preguntas: ¿nos encontraremos también en la acción? ¿hay verdadera predisposición para el sacrificio que esto implica?

martes, 27 de julio de 2010

¿DEBEMOS JUZGAR A LAS PERSONAS O LAS SITUACIONES?

El fin de semana estuve participando de una conversación en la cual se planteaba el tema de qué es lo que se debe juzgar, ¿a la situación en si misma o a las personas implicadas en la situación?
Actualmente se están debatiendo en Argentina diversos temas que fueron, son y serán sensibles de tratar, ya que su propio debate llama a diferentes opiniones y eso está bien que así sea, porque cada uno analiza los temas que trata desde su propia experiencia personal de vida.
Hace no más de 15 días se trató la reglamentación de la ley de matrimonio homosexual, luego la semana pasada se presentaron las guías para la aplicación del aborto en los hospitales públicos, para lo cual nuevamente aparecieron voces a favor y en contra.
En ambos casos deberíamos quizás comenzar a ver la situación planteada y no las personas.
Cuantas veces juzgamos los diversos temas planteados no por la situación en sí misma, sino por la ó las personas implicadas en ellas. Estamos de acuerdo con el matrimonio homosexual si quienes están implicados son parientes o amigos íntimos y estamos en desacuerdo si no tenemos allegados y encima no nos caen bien este “tipo de personas”, como si acaso no fueran personas.
Estamos en desacuerdo con el aborto porque mata la vida (Esto es totalmente CIERTO), pero si el embarazo es producido por un hecho trágico, si estamos de acuerdo.
Hace aproximadamente un mes tuve una entrevista con una abogada civil y de derecho canónico y me explicaba que no justificaba el aborto por más que el embarazo provenga de una violación, ya que,  en ese caso se juzgaba por el dolor de la persona y no por el fruto de la vida que dentro de ella se gestaba.
Quizás debiéramos para estos casos tan sensibles, abstraernos un poquito de nuestra subjetividad y poder ver las situaciones y no las personas implicadas para poder llegar a ser  un poquito más justos. Obviamente que esto no es para nada fácil ni mucho menos.
Como en toda justicia a veces estaremos sentados en uno de los platos de la balanza de la señora justicia y posiblemente otras veces estaremos sentados en el otro plato, para que así, en el resultado final de nuestras vidas veamos que vivimos y obtuvimos un justo equilibrio.

Pablo Perin

N. del editor.: los conceptos vertidos son de exclusiva responsabilidad del autor.

viernes, 16 de julio de 2010

FELICIDAD , LIBERTAD , AMOR

En la madrugada del 15 de julio de 2010 en el Senado de la Nación Argentina se votó a favor del MATRIMONIO GAY. 
No voy a discutir si esto está bien o esta mal, ya que más allá de mi opinión personal es ley y por lo tanto, está y existe. Fin

Mi opinión va más a las personas. Pertenezco a la religión católica, la cual practico participando de grupos de oración de dos movimientos diferentes, voy a misa, soy pecador y rezo el Rosario como oración personal.

La discusión afecta a personas y como tales también afectó sus diversas LIBERTADES. Estando el martes en un coloquio con una persona de mucha vida de oración y religiosa me compartió lo siguiente: Ellos son libres de elegir el destino y como quieren vivir sus vidas dentro del mundo. Si algún día quieren participar de alguna religión podrán discernir de acuerdo al Dios y Normas que rigen esa religión si son condenados o no.

Esto me ayudó mucho, comencé a ver que por lo tanto, como hombres, mujeres y personas libres que son, deberíamos dejar que cada uno de ellos opte por su propio modo de vivir FELIZMENTE la vida, sin juzgarlos ni discriminarlos y sobre todo que de manera SANA puedan dar y recibir el AMOR que cada uno lleva en su Corazón.

Tomar decisiones en libertad en un mundo lleno de influencias es bastante difícil, por lo que ya partiendo de esta base no se es TOTALMENTE libre y a su vez le agregamos la desigualdad de expresión, la discriminación por imagen y la falta de amor hacia la otra persona, es más difícil aún.

A Judios, Evangélicos, Católicos, Ortodoxos, Dios nos dice: "Amarás a tu prójimo como a tí mismo", Jesus nos lo enseñó amando y compartiendo sus enseñanzas con ladrones, prostitutas, pecadores y leprosos.

En estos días hemos escuchado diferentes opiniones, palabras, juicios de valor y discriminación, hemos visto y escuchado a distintas personas políticos y sacerdotes, algunos hasta considerados rebeldes por haber hecho pública su opinión al respecto. Considero que ahora ha llegado el momento de comprender, respetar y acompañar. Lo importante en este tiempo es que ninguno nos podemos sentar en el banquillo a juzgar o a ser juzgados.

Pablo Gustavo Perin

sábado, 15 de mayo de 2010

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¿El mejor gobierno de la historia argentina?

Por Roberto Cachanosky
Especial para lanacion.com

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Viernes 14 de mayo de 2010 | 01:21 (actualizado hace 1 día)

Tal vez llevado por el calor de la tribuna política, Néstor Kirchner dijo que el gobierno de su esposa era el mejor de la historia de la Patria. Desde mi punto de vista luce un tanto desproporcionado sostener que el gobierno de Cristina Fernández superó al de Sarmiento, Mitre, Roca o Pellegrini. Por dar algunos ejemplos, entre 1881 y 1900 llegaron y se quedaron a vivir en el país 1.489.000 extranjeros. Entre 1901 y 1910 llegaron a la Argentina 1.764.000 personas (Fuente: Díaz Alejandro. Ensayo sobre la historia económica argentina ). Italianos, españoles, franceses, alemanes, polacos y rusos, entre otras nacionalidades, venían al país porque ofrecía oportunidades de progreso. Francamente, no se percibe que hoy, bajo el gobierno del matrimonio, tengamos una inmigración de esa envergadura. Más bien nuestros hijos se plantean en qué país, que no sea éste, pueden tener un futuro mejor.
Por más que quiera descalificarse a la generación del 80, inspirada políticamente en las ideas de la generación del 37, lo cierto es que transformó a la Argentina de un desierto a uno de los países más prósperos del mundo de esos años.
Ya en la década del 20 la Argentina tenía un comercio exterior (exportaciones + importaciones) que representaban el 50,1% del conjunto de los siguientes países: Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Paraguay. En 2007, aún con el viento a favor del mundo (real y euro fuertes frente al dólar, aumento de los precios de los commodities y el mundo creciendo a tasas anuales del 4 al 5 por ciento) nuestro comercio exterior representó solamente el 15% del conjunto de los países mencionados. Una diferencia de nada menos que 35 puntos porcentuales.
En La Economía Argentina de Alejandro Bunge, pueden encontrarse los siguientes datos. Hacia la década del 20, de los 88.000 kms. de líneas férreas que había en América latina, el 42,7% estaba en la Argentina. Hoy todavía estamos esperando el tren bala y, por la forma en que la gente viaja en los trenes suburbanos, no podríamos afirmar que somos un modelo de país ferroviario.
Es más, en esos años se transportaba el 60% de la carga total y el 57% del total de pasajeros de América latina. Además, de las 349.000 líneas telefónicas que había en los países mencionados, 157.000 estaban en la Argentina. De los 214.000 automóviles que había en la región, el 58% correspondía al país. Hoy, nuestro mercado automotor deber ser el 10% del de Brasil.
Otro dato interesante es que desde principios del siglo XX y hasta la crisis del 29, las exportaciones argentinas representaban entre el 2 y el 3 por ciento de las exportaciones mundiales y en 2008, con el mundo a favor, nos mantuvimos en el 0,4% que teníamos en las décadas del 80 y del 90. Para ubicarnos en contexto, si la Argentina hubiese mantenido su participación del 2% del comercio mundial, deberíamos estar exportando U$S 321.000 millones anuales.
Es cierto que en los últimos años las exportaciones argentinas crecieron, pero con toda sinceridad, todo parece indicar que crecieron no por las políticas aplicadas por el matrimonio sino a pesar del matrimonio. Ejemplo, entre 2003 y 2008 las exportaciones nacionales se multiplicaron por 2 y las chilenas por 3. Actualmente Chile exporta casi el mismo valor absoluto que la Argentina mientras Brasil está en el orden de los U$S 198.000 millones anuales.
Por supuesto que uno no puede pedir que en 7 años se transformen por completo décadas de decadencia, pero en rigor de verdad si Cristina Fernández festeja que entrega subsidios para 3,5 millones de niños, implementa los planes Trabajar por los cuales se pelean los diferentes grupos piqueteros y una batería de otros planes sociales, quiere decir que en vez de mejorar estamos empeorando. Puesto en otros términos, si el modelo fuera tan exitoso y el mejor de toda la historia de la Patria, los padres de familia tendrían que poder mantener a sus hijos con el fruto de su trabajo y no mediante subsidios que le otorga el Estado. Me animaría a afirmar que si los $ 180 se entregan plenos a condición de que los chicos vayan al colegio, la Argentina ha caído en un nivel de degradación muy grande, porque si tenemos que entregar subsidios a los padres de familia para que sus hijos estudien, muy bien no estamos funcionando. Ni económica ni moralmente. Un modelo exitoso se traduciría en nuevos puestos de trabajo, mejor remunerados y los padres de familia manteniendo a sus hijos y mandándolos al colegio por el futuro de ellos y no por cumplir con un plan social.
Francamente no se observa hoy en día el aluvión de inversiones que atraía nuestra patria a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, y mucho menos una corriente inmigratoria fenomenal buscando un porvenir. Más bien se observa a empresarios analizando en qué otro país van a invertir que no sea la Argentina, a dirigentes piqueteros peleando por las migajas de los planes trabajar y otros subsistiendo en base a subsidios que se los devora la inflación.
En definitiva, si comparamos la Argentina del primer centenario en que la gente venía a radicarse porque con su trabajo y esfuerzo progresaba, con la actual en que se ha impuesto la cultura de la dádiva en reemplazo de la cultura del trabajo, me parece que estamos utilizando parámetros muy diferentes para definir cuál fue el mejor gobierno de la historia de la Patria. Algunos consideraremos que el mejor es aquel que crea las condiciones para que la gente pueda tener la dignidad de vivir del fruto de su trabajo. Otros consideran que estamos en presencia del mejor gobierno de la historia cuando, por falta de seguridad jurídica no hay inversiones y, por lo tanto, falta el trabajo y la gente tiene que vivir de la dádiva del gobierno de turno.
Progresar por el esfuerzo personal o vivir de las dádivas del Estado son dos modelos de país diferente. En el primer centenario de nuestra patria, la gente vivía de su trabajo. Hoy depende de la dádiva. ¿Cuál es el mejor gobierno de la historia?

viernes, 30 de abril de 2010

ACCIDENTES DE TRANSITO ¿QUÉ HACER?

Es extraño el comportamiento humano. Me refiero a varias cosas que suceden sin que nadie quiera que suceda. Sin embargo ahí están. Sucediendo todo el tiempo.
Los accidentes de automóviles en las rutas de la Argentina son casi habituales en los tiempos que corren. Creo que está claro que nadie quiere que sucedan y sin embargo nadie está dispuesto a hacer nada para que dejen de suceder. Los automovilistas siguen siendo imprudentes y los gobiernos no controlan ni castigan esa imprudencia.
Hay que ser claros: la culpa es siempre de los que manejan. La culpa no es del estado calamitoso de la ruta, ni de la lluvia, ni la niebla, ni…. Esas son siempre situaciones de alto riesgo, peligrosas, complicadas, pero eso no habilita a decir que por eso se produjo el accidente. En el mejor de los casos ayudó a que se produzca o creó las condiciones para que se produzca, pero en pocos casos es la causa definitiva. Siempre se puede viajar más despacio o se puede parar hasta que se despeje. Sin investigar mucho, la impresión que se tiene es que la culpa es de la velocidad y de la imprudencia.
¿Qué hacer, entonces?
Eliminar el extraño comportamiento que se tiene.
¿Cómo hacerlo?
Lo normal es decir que lo que faltan son controles por parte del Estado. La policía no hace su trabajo.
Aquí es donde me gustaría plantear una posibilidad quizás un tanto disparatada. Diferente.
Me pregunto por qué razón se piensa todo el tiempo en controlar a millones de automovilistas en las rutas y las calles. Empresa difícil si la hay en un país donde el control es poco habitual y el respeto de las reglas un poco menos habitual todavía.
Propongo el control sobre la fabricación de los automóviles.
En varias reuniones de amigos estábamos de acuerdo en que con los elementos de seguridad que tienen los autos en la actualidad (frenos abs, airbag, etc.) y viajando a una velocidad máxima de 120 km/hora es difícil que se produzcan los accidentes y que en caso de producirse las consecuencias serian leves.
Si, como vemos, el vehículo viene preparado para soportar los accidentes a 120 km/hora. Si, adicionalmente el límite impuesto por ley en las rutas es de 120 km/hora. Entonces,  por qué se permite que se fabriquen automóviles o motocicletas que excedan con creces esa velocidad.
Suena más simple controlar a las automotrices (¿serán 50, 100, 200?) que a millones de automovilistas y motoqueros. Obliguemos por ley y controlemos que fabriquen automóviles absolutamente coherentes en términos de la relación entre la velocidad que pueden desplegar y los elementos de seguridad con los que cuentan. Si, además, le pedimos coherencia con la velocidad máxima permitida, les daríamos el margen de llegar a 130 o 140 km/hora (por los autopistas/autovías lo digo).
Me parece que es una buena manera de empezar a trabajar para disminuir los accidentes. Guardar coherencia en la producción de los automóviles considerando la velocidad máxima permitida y los elementos de seguridad con los que se cuenta.

martes, 20 de abril de 2010

El problema de las villas miserias

Es un problema, que nadie diga lo contrario por miedo a quedar mal, porque eso no se dice o porque suena discriminativo.
La cuestión no es como mencionarlas o que nombre ponerles, la cuestión es qué hacer con ellas, porque es un problema que existan los problemas que con ellas se acarrean.
Decirlo no es pecado, el pecado es ocultarlo, esconderlo y peor aún no ocuparse.
Hace muchos años (allá por fines de 1800) Sarmiento hablo de terminar con el gaucho y por poco lo matan. Si hoy mencionas que hay que terminar con las villas miserias también te matan. Que se entienda bien: Sarmiento quería terminar con el espíritu de vagancia y de hombre errante de la época. Hoy tenemos que terminar con la miseria que se vive en esa villa.
Las villas miserias no se derrumban, ni se exterminan, ni se trasladan de lugar. No son muebles, ni edificios, ni plagas. Son comunidades de personas que no pudieron, o no supieron encontrar un lugar mejor para establecerse y lo hicieron así: de manera intuitiva y desordenada.
Está claro que también sirvió para que prime la fuerza antes que la razón en todas o casi todas ellas. Así fue carne de cañón para que se establezcan focos de delincuencia, se cobren peajes ilegales para establecerse, se adueñen de la seguridad otras fuerzas a las de seguridad (las legales digo). Nos cansamos de escuchar cosas como: están controladas por el narcotráfico, ahí la policía no entra, es tierra de nadie, se rompieron los códigos. Terribles acepciones mires como la mires.
Así es que mi propuesta tiene un solo nombre y mucho trabajo e inversión: URBANIZACIÓN.
Hay que darle entidad ciudadana a la Villa. Hay que unirla al sistema con toda la fuerza. Hay que meterle mucha política (en su acepción de acción). Hay que darle todo lo que necesita.
Hay que empezar por el principio y el principio es la solución a largo plazo.
Propongo la construcción de un gran centro cívico dentro de cada villa que permita la comunión con el resto de la ciudad y la sociedad. Para que no se la desconozca más, para que se sienta que tiene las herramientas para su integración.
Por centro cívico entiendo una gran infraestructura en el centro de la villa con:
  • Educación: jardín maternal, escuela primaria y secundaria,
  • Deportes: grandes campos de deportes con varias disciplinas, con profesores que enseñen a jugar con estilo y moral de buen deportista,
  • Artes: escuela de actividades plásticas que permita el desarrollo de la creatividad,
  • Oficios: la enseñanza de oficios varios que en toda ciudad se necesita y dan cultura de trabajo,
  • Registro civil: donde todos estén inscriptos y se puedan llevar estadísticas solidas y confiables,
  • Policía: que garantice la seguridad y la convivencia para que se termine la ilegalidad,
  • Hospital: muchos consultorios ambulatorios en todas las especialidades más algo de internación de urgencia. Hospital, no dispensario,
  • Comedor infantil: grandes comedores infantiles para asegurarnos que los chicos estén bien alimentados desde el nacimiento y así puedan desarrollarse sanos y fuertes,
  • Asistencia social: un ejército de asistentes sociales trabajando con cada una de las instituciones antedichas para que nadie falte a la escuela, para que los que no tienen educación básica la consigan, para que nadie este desnutrido, para ayudarlos en su desarrollo.

Créanme que si esto se haría, en 10 años tendríamos otro país.
Nos vemos!

sábado, 17 de abril de 2010

Igualdad de oportunidades vs Igualdad de resultados

He escuchado muchas veces a mucha gente hablar de igualdad de oportunidades y en realidad lo que escucho es igualdad de resultados. La idea equivocada (por idealización) de que todas las personas tienen que tener lo mismo independientemente de lo que hagan para conseguirlo.
Por supuesto que es deseable que todos tengan lo mismo. Deseo profundamente que todos consigan lo que desean para ellos mismos. Sería un verdadero mundo feliz una situación de esas características. Pero me temo que eso no pasa y es una utopía que suceda.
Ante esta situación se plantea continuamente la función del estado para corregir desequilibrios que se producen en la sociedad en la cual se debe proveer a las personas de las cosas que les falta. Lo que no tienen y les cuesta conseguir. Tratar de igualar todo el tiempo a todos.
En este punto es donde es conveniente aclarar a que nos referimos con igualar a todos en “todo”. A que se refiere ese “todo”. Hay que diferenciar claramente oportunidades con resultados.
Las oportunidades son las bases, los cimientos sobre los que una persona puede empezar a construir. Esta comparación con la construcción la hago porque es de vital importancia que una persona crezca de manera sana y bien alimentada para poder ser una persona con potencial. Esto es así, sin vueltas. En el primer año de vida es vital que la alimentación sea la correcta (cantidad y calidad) para que el recién nacido se desarrolle a la perfección, sobre todo sus cualidades cognitivas. Es la construcción básica para el proceso de aprendizaje. Lo mismo en cuanto a su salud. Vacunación, atención de enfermedades de manera temprana, controles periódicos de crecimiento. Estar seguros de que se cuenta con todas las condiciones de salubridad para enfrentar la vida con un organismo y un cuerpo fuerte.
También lo es el aprendizaje de los conocimientos necesarios en la actualidad para poder desempeñarse en el mundo que le toca vivir. Esto es educación formal básica para cualquier persona. Primaria y secundaria obligatoria y de calidad para todos. Moderna en cuanto a contenidos y estilo de enseñanza. Estricta en cuanto a disciplina y exigencia.
Los resultados son los logros que obtuvo la persona a partir del transito por los centros educativos y el mercado del trabajo. Como se desempeñó en cada una de esas etapas. Las habilidades que tiene y como las explota. Este conjunto de cosas es lo que termina en el resultado: individual (lo que consiguió para él), social (la aceptación dentro de su grupo social), económico (los ahorros que consiguió).
En una sociedad civilizada las oportunidades deben depender del Estado y los resultados de las Personas.
Es obligación del Estado brindar igualdad de oportunidades para todos, acceder a una salud y educación de excelencia para que el arranque en el mundo del trabajo sea para todos desde el mismo punto de partida.
Es obligación de la persona comprometerse con él mismo a esforzarse por conseguir sus sueños a partir del desarrollo de sus habilidades y la tenacidad del trabajo. No sirve pedir sin haberse esforzado lo suficiente antes. Lo que tenemos es, en gran medida, el resultado de lo que hicimos. Lo que seremos es, en gran medida, el resultado de lo que proyectamos sumado a las acciones para conseguirlo.
Nos vemos!